La playa es un lugar sereno y pintoresco con una atmósfera tranquila. Las vistas impresionantes son cautivadoras y la arena es suave y libre de molestas piedras. La playa no está abarrotada, convirtiéndola en un refugio pacífico para relajarse y apreciar los sonidos reconfortantes de las olas. Los lugareños son amables y hospitalarios, lo que contribuye a la acogedora ambientación. Se recomienda encarecidamente caminar o hacer senderismo por las dos rutas disponibles, con una duración de dos o cuatro horas. Las rutas conducen de regreso al aparcamiento del Muelle, que es costoso pero definitivamente vale la pena el gasto. Es aconsejable llevar botellas de agua y algunos refrigerios para el viaje. Nuestra experiencia en la playa no fue nada menos que sorprendente.
Esta es una playa encantadora con una característica única: un elfo libre que la llama hogar. A pesar del clima ventoso en el día que la visité, aún encontré que valió la pena el viaje. La playa cuenta con amplio estacionamiento y baños gratuitos, lo cual es un detalle agradable. Si tiene movilidad limitada, recomiendo estacionar en el estacionamiento de los baños, ya que está más cerca del área donde reside el elfo. El montículo del elfo está en constante cambio y los visitantes siempre pueden esperar ver algo nuevo. La playa en sí es pacífica y tranquila, con dunas de arena y rocas que añaden a su encanto. Es un gran lugar para escapar del ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana por unas horas de reflexión.
Esta playa es un refugio para los amantes de los perros y nunca se llena demasiado. Las olas son perfectas para hacer bodyboard, pero es importante tener en cuenta que no hay socorristas de guardia.
This beach is absolutely gorgeous, a hidden gem. It's dog-friendly and there's a beautiful walk through the lily ponds where you might even spot some otters swimming. It truly is a magical place.