¡Esta playa fue una absoluta delicia! Pasamos unas horas aquí, admirando a las nutrias marinas mientras nadaban tanto en el pequeño estanque de agua dulce como en las fuertes y rompientes olas. ¡Una de ellas incluso nos brindó una vista cercana de su almuerzo de pescado! Aunque se sabe que el oleaje es traicionero, disfrutamos sumergiendo nuestros dedos de los pies en el agua. El punto culminante de nuestra visita fue escalar la enorme formación rocosa, descansar en las cálidas y pulidas piedras y pasear arriba y abajo de la amplia playa. Aunque el estacionamiento puede ser algo limitado, el esfuerzo para llegar aquí definitivamente vale la pena. Entonces, si buscas un lugar sereno para relajarte y absorber la belleza natural de la costa, ¡esta playa es una visita obligada!