Este lugar es la joya de Long Island. En ningĂşn otro lugar se puede encontrar la bahĂa y el ocĂ©ano tan juntos. El lado del mar cuenta con una playa grande e impresionante. Justo al otro lado del estacionamiento, hay una bahĂa donde muchas personas disfrutan de la navegaciĂłn y la pesca. Aunque el museo de vida silvestre / naturaleza en la torre de observaciĂłn está actualmente cerrado, aĂşn puede subir a la torre para disfrutar de impresionantes vistas que se extienden por millas. Hay senderos pavimentados y sin pavimentar que ofrecen un paseo pintoresco y pintoresco.
La experiencia en la playa de hoy fue excepcional, ya que el clima fue más cálido de lo habitual y una brisa suave soplaba. La arena estaba inmaculada y llena de vida con familias disfrutando de su tiempo.
Esta playa es una joya oculta que ofrece un escape tranquilo y apartado del ajetreo y bullicio de la ciudad. Aunque hay una tarifa de $25 para no-residentes para acceder al estacionamiento, las duchas y los baños, la tranquilidad que viene con tener un socorrista profesional de guardia hasta las 5pm no tiene precio. La playa está meticulosamente mantenida, asegurando un ambiente prĂstino y acogedor para los visitantes. Lo mejor de todo, las multitudes siempre son bien educadas y nunca demasiado bulliciosas, permitiendo un dĂa verdaderamente relajante en la playa.