Esta fue mi primera visita a la playa durante la pandemia, y debo decir que inicialmente quedé bastante impresionado. Aunque el agua estaba un poco sucia, mi novio y yo aún logramos disfrutar. Sin embargo, el único problema que encontramos fue la falta de distanciamiento social entre los bañistas. Es crucialmente importante durante estos tiempos, y desafortunadamente, tuvimos que mudarnos dos veces debido a personas invadiendo nuestro espacio personal. Es desconcertante que a pesar de los numerosos letreros que recuerdan a todos mantener el distanciamiento social, muchas personas aún eligen no cumplir.
La experiencia en la playa de hoy fue excepcional, ya que el clima fue más cálido de lo habitual y una brisa suave soplaba. La arena estaba inmaculada y llena de vida con familias disfrutando de su tiempo.
Esta encantadora y prĂstina playa es una joya escondida. Cuenta con un parque infantil, un acogedor chiringuito donde puedes deleitarte con deliciosa comida y refrescantes bebidas, y baños bien mantenidos. Sin embargo, debido a su popularidad, tiende a llenarse rápidamente. Para evitar las multitudes, planifique llegar temprano en los dĂas ocupados o en la tarde para una experiencia al aire libre más serena y espaciosa. Además, tenga en cuenta que durante la pandemia, solo los locales con una Llave Verde tienen permitido el acceso a esta hermosa playa.
La zona de la playa en Dune Road es absolutamente deslumbrante. Es un lugar ideal para capturar la belleza de un amanecer de invierno a travĂ©s de fotografĂas. Durante la temporada baja, no hay tarifas de estacionamiento de las que preocuparse.
Esta playa es una joya oculta que ofrece un escape tranquilo y apartado del ajetreo y bullicio de la ciudad. Aunque hay una tarifa de $25 para no-residentes para acceder al estacionamiento, las duchas y los baños, la tranquilidad que viene con tener un socorrista profesional de guardia hasta las 5pm no tiene precio. La playa está meticulosamente mantenida, asegurando un ambiente prĂstino y acogedor para los visitantes. Lo mejor de todo, las multitudes siempre son bien educadas y nunca demasiado bulliciosas, permitiendo un dĂa verdaderamente relajante en la playa.