¡Esta playa es una auténtica joya escondida! Me alegra mucho que hayamos decidido visitarla hoy, a pesar de que era marea alta. El camino a la playa era de menos de una milla y solo necesitas registrarte en la entrada para obtener el papel de estacionamiento y seguir las indicaciones. El clima era perfecto y el agua estaba en su punto justo. Desafortunadamente, las fotos que tomamos no le hacen justicia. Además, vale la pena mencionar que no hay tarifa de entrada, pero cierran los martes.