Ubicado a solo 15 minutos de Bonifacio, el hotel está ubicado lejos de las principales atracciones, lo que podría ser atractivo para algunas personas. El hotel cuenta con varias ventajas, como su ubicación frente a la playa, playa privada, amplio espacio de estacionamiento y actividades diarias. Sin embargo, hay algunos inconvenientes a considerar. En primer lugar, llegar a un área poblada requiere conducir varios kilómetros. Además, la calidad de los cafés y el desayuno, en general, es bastante decepcionante. La decoración de la habitación parece anticuada, que recuerda a los años 70, y carece de comodidades como un mini-bar. Además, el dominio del inglés entre el personal es limitada, con solo unas pocas personas capaces de comunicarse de manera efectiva. Mientras que algunos miembros del personal, particularmente el hombre de la recepción, son amigables, la mayoría de los demás hacen poco esfuerzo para hablar otro idioma. La conexión Wi-Fi es extremadamente pobre y la cobertura de teléfonos móviles es escasa en todo el hotel. En general, este establecimiento parece atender principalmente a locales y visitantes franceses. Dados estos factores, personalmente no elegiría regresar aquí en el futuro.