Esta impresionante playa presume de aguas cristalinas y una zona de baño protegida, convirtiéndola en un lugar perfecto para un día relajante junto al mar. Durante el día, varios barcos turísticos anclan aquí, llegando todos al mismo tiempo para admirar la belleza de esta maravilla natural. Aunque hay una tarifa nominal para alquilar sillas de playa, bien vale la pena el costo por la comodidad y conveniencia que brindan. Para aquellos que buscan algo para comer, hay un par de restaurantes ubicados justo en la playa. Si llega en barco, asegúrese de traer sandalias, ya que la arena puede ponerse bastante caliente durante los meses de verano.
Esta isla cuenta con una impresionante playa, pero no te dejes engañar por la vista pintoresca. La llamada atmósfera relajada es solo una fachada para la falta de actividades y entretenimiento. Es como estar varado en una isla desierta, pero con algunos turistas más. Y ni siquiera pienses en aventurarte demasiado lejos del continente, el viaje en ferry es suficiente para marearte.