Mientras observaba tortugas en el agua, todo lo que podĂa hablar eran de las coronas en la playa. La ubicaciĂłn era perfecta, pero desafortunadamente, no me quedĂ© aquĂ. ¡Realmente deseo haberlo hecho!
Este lugar tiene una historia fascinante, ya que la gente solĂa dejar postales y cartas aquĂ en el pasado. Cada vez que alguien visitaba y encontraba una carta o una postal de su ciudad natal, la tomaba y la entregaba. Sorprendentemente, esta práctica sigue en curso hoy. Sin embargo, estábamos un poco inseguros de si tenĂamos que entregar personalmente las cartas o si simplemente podĂamos enviarlas con un sello. Finalmente, decidimos tomar algunas de las cartas que habĂan estado allĂ durante bastante tiempo y las enviamos por correo.