Cuando se visita la Isla Padar, la arena rosa, el agua cristalina y los cielos azules hacen de esta playa un destino imprescindible. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no hay arrecifes de coral ni peces pequeños para observar mientras se nada. No obstante, el impresionante paisaje bien vale la pena contemplarlo con tus propios ojos.
Tuvimos la suerte de ver a esta magnífica criatura. Lo recomiendo a todos. La gira fue excepcionalmente bien planificada y organizada. Aunque no pude localizar una sala de oración, podría haber sido simplemente una cuestión de suerte. Sería muy apreciado si hubiera una sala de oración designada disponible, teniendo en cuenta que la mayoría de los visitantes están en visitas diarias y no pueden encontrar ninguna instalación de oración cercana.