There's a neat little gym on the beach with old-fashioned weights and machines, but it's a great spot for taking photos and getting in a simple workout.
Yucatán presume de una de sus playas más magníficas, la cual es considerada una de las mejores de la zona. Esta playa es perfecta para familias con niños, ya que ofrece un ambiente seguro y protegido para que todos disfruten.
La playa ofrece una extensión de arena blanca y prístina, junto a aguas cálidas y poco profundas que varían según el día. En algunas ocasiones, puede haber presencia de sargazo, aunque en comparación con otras playas de Yucatán, es significativamente menor. La brisa vespertina puede resultar fuerte, pero contribuye a la atmósfera refrescante del lugar. Sin embargo, el tour hacia el manantial quizás no valga la pena el costo, ya que se encuentra a una corta distancia y no es tan pintoresco como se esperaba. Durante mi visita a finales de abril, apenas se avistaron aves y las aguas poco profundas quizás no sean adecuadas para el kayak. A pesar de estos pequeños contratiempos, la playa cobra una tarifa plana de 500 pesos por persona, sin importar las actividades que decida realizar. Es lamentable que los lugareños no cuiden sus recursos, y que la industria pesquera, alguna vez próspera, se haya limitado a capturas costosas y raras, sin la variedad de otros puertos a lo largo de la costa de Yucatán. No obstante, la playa sigue siendo un hermoso destino para relajarse y desconectar.
La playa no está muy lejos, aunque el camino puede estar cerrado. Sin embargo, cuando está seco, es increíblemente pacífico. La ubicación es impresionante, pero desafortunadamente, no hay absolutamente nada allí. El faro estaba cerrado y no había una sola persona alrededor. A pesar de eso, el paisaje fue tan impresionante que hizo que todo el viaje valiera la pena.
La playa era realmente impresionante. Nuestra experiencia de acampar fue aún mejorada por el sonido relajante de las olas que nos recibían cada mañana. No obstante, fuimos perturbados en dos ocasiones por un policía que nos advirtió sobre la importancia de mantener nuestros objetos de valor seguros. Desafortunadamente, la falta de comodidades como duchas hizo que nuestra estancia fuera un poco desafiante. Tuvimos que viajar a Progreso para refrescarnos, pero incluso allí, encontramos algunos problemas con las duchas públicas. Afortunadamente, encontramos una solución al comprar duchas de los vendedores a lo largo del paseo marítimo por un precio razonable de 15 pesos.