El agua es tranquila y la comida es decente, con varios restaurantes disponibles, pero ninguno se destaca.
Esta playa simplemente no merece el esfuerzo para llegar. El camino que conduce a ella serpentea a través de una densa jungla, y puede ser una experiencia desgarradora. Aunque hay señales ocasionales para guiarlo, perder una podría significar perderse en la naturaleza y sentirse completamente desorientado. La caminata a pie es considerable, tomando hasta una hora para completarse. Por estas razones, sugiero encarecidamente optar por un paseo en bote en su lugar.
Esta fue sin duda nuestra principal elección de playas durante nuestros viajes desde Puerto hasta Huatulco. Pasamos nuestro tiempo relajándonos y cenando en El Capi, que se encuentra en el extremo final y ofrece una atmósfera más pacífica.
Al llegar a la playa en nuestra embarcación personal, nos deleitamos al descubrir un fondeadero notable. La playa en sí misma era absolutamente deslumbrante, con aguas cristalinas y arenas prístinas que parecían extenderse por millas. También nos sorprendió gratamente la cálida y acogedora atmósfera de los restaurantes locales, que sirvieron algunas de las comidas más exquisitas que hemos probado. En resumen, fue una experiencia verdaderamente inolvidable que recomendaríamos altamente a cualquiera en busca de un pequeño pedazo de paraíso.
Cuando viajes a Huatulco, ¡visitar la playa es una actividad imprescindible! Puedes llegar fácilmente a la playa tomando un tour en barco, el cual es asequible y fácilmente accesible. Mientras te deleitas con el sol, puedes disfrutar de deliciosas piñas coladas y rentar sillas y una sombrilla para mejorar tu relajación. ¡No te pierdas esta maravillosa oportunidad de experimentar la belleza de las playas de Huatulco!