Esta playa es un gran lugar para relajarse y disfrutar de un poco de paz y tranquilidad lejos de las multitudes. Es una joya escondida en la isla y los propietarios fueron muy amables y serviciales. El precio de la entrada de 30 pesos por persona parece razonable. Además, ofrecen servicios de cocina bajo petición y tienen una amplia variedad de bebidas disponibles. Sugerimos usar una moto de cross para llegar a la playa, ya que el camino puede ser bastante accidentado.