¡QuĂ© bello espectáculo para los ojos adoloridos! El agua es simplemente impresionante y la experiencia de buceo es de primera categorĂa. Sin embargo, no permitas que la emociĂłn te domine: la entrada a la playa es tan rocosa como el patio de juegos de una cabra de montaña, sin rastro de arena. Pero no temas, si estás dispuesto a dar un paseo hacia la izquierda o la derecha, encontrarás algunas zonas arenosas. El camino para llegar allĂ tampoco está mal, con un par de baches una vez que pasas el desvĂo de Amanyara. Y si estás pensando en llevar un coche pequeño, adelante, hemos visto a alguien más hacerlo. ÂżLo mejor de todo? Solo habĂa un puñado de personas más allĂ durante nuestra visita. ConfĂa en mĂ, el viaje vale la pena.