Esta playa es absolutamente encantadora, ofreciendo una vista pintoresca que te dejará maravillado. Te encantará saber que hay una furgoneta local que vende helados, lo que hace que sea fácil darse un capricho dulce mientras se disfruta del sol. Se recomienda traer tu propia comida y bebidas, ya que no hay vendedores disponibles en el lugar. El camino que conduce a la playa es un poco accidentado, por lo que es mejor tomarse tu tiempo y conducir con cuidado. El estacionamiento puede ser un poco complicado, pero con un poco de paciencia y creatividad, encontrarás un lugar escondido entre los arbustos. En general, esta playa es una joya escondida que vale la pena visitar.