Después de navegar hasta la Playa de Pesca, quedamos completamente impresionados con lo que encontramos. Aunque nos costó un poco encontrarla, la aventura valió la pena. Al acercarnos al final de la playa, notamos una cerca que la separaba de la Playa Nesat, compuesta únicamente de rocas y coral. Para evitar pagar una tarifa de $2.50, asegúrate de girar a la izquierda. La playa estaba relativamente vacía, como la Sihanoukville de antaño, sin esos molestos niños que venden collares. Las palmeras proporcionaban sombra suficiente para aquellos que querían relajarse en la arena. El agua estaba a una temperatura cómoda y las olas eran pequeñas. Vimos varias áreas de camping y planeamos regresar en el futuro con nuestro equipo. Además, había varios refugios de paja en alquiler y los dueños estaban dispuestos a organizar la comida si fuera necesario. Si estás buscando quedarte unos días, hay algunas casas de huéspedes ubicadas más tierra adentro. Nos veremos allí, pero mantengamos esto en secreto de los inversores extranjeros.