Mi experiencia en Angel Beach fue un poco heterogénea. En el lado positivo, el servicio de restaurante fue excelente y la piscina y la playa eran encantadoras, tal como se describe. El desayuno incluido era delicioso y la ubicación a unos 7 km de la gala fue una ventaja. Sin embargo, la ruidosa fiesta nocturna puede ser un problema para quienes buscan paz y tranquilidad, especialmente los fines de semana. Algunas de las habitaciones tenían problemas como ruido en las habitaciones 3 y 4 y falta de comodidades como cafetera y agua embotellada. A pesar de los esfuerzos del personal del hotel por mejorar la situación, algunas de las habitaciones no cumplían con los estándares anunciados. Sin embargo, la habitación de lujo número 9 era muy agradable, aunque carecía de acceso directo al mundo exterior. En general, si bien el hotel tiene mucho que ofrecer, hay algunas cuestiones que deben abordarse, especialmente en términos de calidad de las habitaciones y control del ruido nocturno. Durante mi estancia, me encontré con algunos invitados inesperados: cucarachas. No estoy seguro de si esto es estándar, pero vale la pena saberlo antes de llegar.