Durante nuestras vacaciones de febrero, mis compañeros y yo emprendimos un paseo en scooter hacia Yilan. En la segunda mañana de nuestro viaje, llegamos a la playa y fuimos recibidos por impresionantes vistas y cálidos rayos de sol. La visión de la Isla Tortuga en la distancia era impresionante. Quitamos nuestros zapatos ansiosamente y corrimos hacia el mar. En cuanto mis pies tocaron el agua, sentí una frescura reconfortante que me envolvió. Paseé por la playa, saboreando la sensación del viento soplando a través de mi cabello. Si alguna vez te encuentras en Yilan, asegúrate de sumergirte en el agua o simplemente disfrutar de la belleza de los alrededores. Cuando el hambre apriete, hay muchos restaurantes de mariscos cercanos. Y no olvides recoger algunos recuerdos para tus seres queridos antes de dejar este lugar idílico.