Esta playa es realmente impresionante y en su mayoría accesible en barco. Aunque es posible llegar caminando, lleva aproximadamente una hora y media. Durante ciertas temporadas, muchas de las playas en Samaná se llenan de algas, pero incluso entonces, todavía hay algunos lugares frescos para nadar.
Para los tipos más aventureros, noté que algunas personas habían dejado cuerdas en las rocas, indicando que las habían escalado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la playa es rocosa, con trozos de acantilados dispersos por todas partes. Solo intenta escalar si tienes experiencia y sabes lo que estás haciendo.
Hay una barrera de coral masiva que rompe las olas, así que si traes tu propio barco, ten mucho cuidado. Los lugareños son increíblemente hábiles para navegar entre las rocas, lo cual es realmente impresionante de ver.
Si prefieres quedarte en aguas poco profundas, es mejor elegir otra playa, ya que hay numerosos erizos de mar en la zona. Sin embargo, para aquellos que...