El recorrido desde el puerto hasta la playa es un desafío, ya que el camino es empinado e irregular, con pasajes estrechos y obstáculos como rocas y raíces que pueden convertirlo en una caminata un tanto ardua. Se requiere un mínimo de 35 minutos para recorrer el sendero a pie, pero las impresionantes vistas a lo largo del camino hacen que valga la pena. Serás deleitado con vistas impresionantes de acantilados y árboles mientras te diriges hacia la playa, que es verdaderamente un paraíso en la tierra. El agua es cristalina y cálida, lo que la hace perfecta para nadar y hacer snorkel. Podrás avistar toda clase de vida marina, incluso con equipo básico. La arena es suave y acogedora, y todo el lugar tiene una calidad casi mágica, especialmente por las noches cuando reina la tranquilidad y la paz.