La playa de Plage de Figari es una mezcla única de elementos contrastantes. Por un lado, es constantemente azotado por un fuerte viento y poderosas corrientes marítimas, mientras que por otro lado, es tranquilo, pacífico y sereno. La playa está oculta e integra perfectamente en las dunas circundantes y los exuberantes oases verdes. Si elige alcanzarlo a pie siguiendo el Sentiero della Testa (Boucle de la Testa), un área natural protegida propiedad del Conservatorio du Littoral, puede parecer un viaje interminable.
El uso de un sistema de navegación del estacionamiento en el puerto puede ser confuso, ya que puede dar señales conflictivas. Deberá confiar en su propio sentido de dirección. Es fácil perderse entre los numerosos caminos arenosos, baches y polvorientos que están dispersos en los arbustos. Sin embargo, una vez que escuche el sonido relajante de las olas, de repente descubrirá la bahía intacta, indomable y desierta.
La flora de los maquios domina los alrededores, con orquídeas, colchicus, romulea y anémonas tomando el centro del escenario. Si eres afortunado, incluso podrías echar un vistazo al raro Blackbird y detectar rastros de la presencia de la tortuga terrestre.
La mayor ventaja de la Bahía de Figari es la soledad que ofrece. Tendrás metros y metros de playa arenosa y rojiza para ti, solo compartir el espacio con corales, medusas, cangrejos ermitaño y las aguas cristalinas. Esta experiencia es liberadora e íntima, lo que le permite redescubrir un lado más solitario y auténtico de Córcega.