Pasé 7 días en julio en esta playa, y debo decir que mis impresiones generales son extremadamente positivas. Desde el momento en que llegué hasta el momento en que me fui, fui recibido y visto con tanta calidez y hospitalidad que se sentía como parte de una familia. Irma, que preparó las comidas en nuestro alojamiento, cocinó deliciosa comida que excedió todas las expectativas. La playa en sí era privada y el mar era cristalino, lo que la convirtió en una experiencia verdaderamente agradable. Además, las habitaciones eran excelentes en todos los sentidos.