Realmente evoca una sensación de vacaciones, pero tiene un costo. Cuanto mayor sea el precio que pague, mejor será la disposición de los asientos que podrá disfrutar. Nosotros optamos por el diván por 76€ el día completo y fue una auténtica delicia. Sin embargo, nuestra experiencia se vio ligeramente empañada cuando una familia numerosa de 10 personas llegó alrededor de las 4 de la tarde. Al no haber un seguimiento de los espacios reservados, los recién llegados por la tarde suelen ocupar espacios vacíos que previamente estaban reservados por los que ya se habían ido. Si bien no tengo ningún problema en aprovechar esas oportunidades, estas personas en particular eran ruidosas, desagradables y descorteses. Mi única petición es que si conseguís conseguir los mejores asientos del establecimiento por sólo 6€, no estropeéis la experiencia a otros que busquen relajarse y disfrutar.
En general, este lugar es agradable pero caro. Si bien se le permite traer comida, deben ser artículos que no dañen los asientos, como sándwiches. No está permitido traer su propio alcohol. En los sofás cama, tienes la opción de realizar pedidos online, eliminando la necesidad de levantarte. Un inconveniente menor fue el ruido de los aviones que pasaban, ya que el lugar se encuentra en su trayectoria de vuelo. Esto da como resultado encuentros frecuentes y cercanos con el ruido de los aviones.