Esta playa es una excelente opción para aquellos con mascotas. Pete y Kiki, los anfitriones, son excepcionales. Pete siempre está presente y está disponible para ayudar con cualquier cosa que pueda necesitar. Mantienen un ambiente limpio y se aseguran de tener todas las comodidades necesarias. Incluso proporcionan tabletas para mosquitos, esponjas de cocina y jabón líquido.
El patio delantero está adornado con hermosas plantas y pequeños árboles. Justo al otro lado del patio hay una zona privada en la playa con camas de sol y paraguas. El agua en el mar es cristalina y arenosa al entrar. Después de unos pocos metros, hay una formación de rocas submarinas (con algunos erizos de mar) que se pueden cruzar a través de un camino arenoso. Es un lugar fantástico para bucear y nadar, justo más allá de la roca. El agua no es demasiado poco profunda ni demasiado profunda, lo que lo hace ideal para niños pequeños.
El área de la barbacoa es impresionante, completa con una nevera grande y un fregadero. Por otro lado, hay un pequeño bar donde puede disfrutar de café o bebidas frías. Adyacente al bar hay un patio de recreo separado para niños, lleno de abundancia de juguetes. Las cómodas literas tienen colchones nuevos y son perfectos para una buena noche de sueño. Originalmente planeando quedarse durante dos semanas, terminamos extendiendo nuestra estadía a cinco semanas.
Sin lugar a dudas, este es el lugar más excepcional en el que nos hemos quedado, ¡con los mejores anfitriones imaginables!