Esta joya escondida de playa representa un auténtico desafío a la hora de localizarla, pero una vez que lo haces, ¡vale totalmente la pena! Sigue el recorrido sinuoso que implica aparcar en el hotel de playa Colombo, atravesar el patio y girar a la izquierda antes de la piscina. El personal del hotel es tan amable que incluso te guiarán hasta la playa aunque no seas huésped. Una vez que hayas descendido las escaleras, te encontrarás con una vista que, sin duda, te dejará sin aliento.
No te sorprendas si te encuentras con algunos bañistas desnudos, ya que es una vista común aquí. Sin embargo, la playa está tan desierta que es poco probable que te encuentres con más de unas pocas personas en cualquier momento dado. Los acantilados ofrecen tanto sombra como sol, y las olas seguramente te darán una buena sacudida si eres lo suficientemente valiente como para darte un chapuzón. Solo prepárate para un viento serio, ya que es una característica regular de esta playa. En resumen, ¡este es un lugar que no querrás perderte si buscas una experiencia de playa realmente única!