Esta playa tranquila es perfecta para aquellos que buscan soledad y serenidad. Se encuentra alejada del bullicio de la isla, por lo que es necesario tener un coche o una moto para acceder a ella. La playa ofrece sillas gratuitas y un restaurante para que los visitantes disfruten. Mientras se pasea por la costa, se pueden descubrir cuevas de pesca abandonadas y pintorescas gargantas. Al sur de la isla se encuentra un pintoresco puerto pesquero, un lugar ideal para capturar fotos impresionantes. Nos topamos con esta joya escondida por casualidad, buscando refugio del calor del día. Una visita de dos horas es suficiente para empaparse de la belleza natural de este lugar, convirtiéndolo en un destino imprescindible para las familias que buscan relajarse y descansar.