Describir esta playa es todo un reto, ya que es verdaderamente impresionante. El trayecto para llegar a ella implica conducir algunos kilómetros por una carretera estrecha y un poco irregular, pero vale la pena el esfuerzo. A pesar de los fuertes vientos, el agua se mantiene tranquila sin ninguna ola, y su temperatura cristalina y fresca ofrece un alivio refrescante del calor del día. Hay amplio espacio de estacionamiento disponible, y un encantador bar enclavado en exuberante vegetación proporciona el lugar perfecto para detenerse y disfrutar de una taza de café o jugo. Si no te desanima conducir por carreteras sinuosas y estrechas, este destino es una visita obligada. ¡Altamente recomendado!