El camino que lleva a la playa es sinuoso y a veces bastante estrecho. Los visitantes tienen la opción de estacionar en la carretera o en las áreas de estacionamiento gratuitas ubicadas en el extremo textil de la bahía. La arena es áspera y hay contenedores de basura y duchas disponibles a intervalos regulares. La zona nudista con sombrillas azules semitransparentes se puede llegar con solo un corto paseo hacia el extremo occidental de la playa. Algunos visitantes incluso han cubierto sus sombrillas para protegerse de los intensos rayos UV. Los ceniceros también están disponibles en muchas de las sombrillas y se vacían regularmente. Durante esta temporada, una sola tumbona con sombrilla cuesta cuatro euros y se puede recoger en la corte. Algunas de las pantallas tienen un código QR desvanecido, pero no parecen funcionar correctamente. Alternativamente, los huéspedes pueden pedir directamente al cajero que entregará las bebidas a mano, en lugar de en un enfriador. Desafortunadamente, esto significa que las bebidas no están tan frías como podrían estar debido al calor del sol cretense. Con una mejor organización, esta playa podría generar más ingresos. En general, esta es una hermosa playa que está bien equipada con logística de servicio optimizada. El ambiente es de primera categoría, mientras que el servicio y el factor de diversión podrían mejorar. En general, definitivamente vale la pena volver a visitar.