Playa Agia Kiriaki

Esta playa no es más que una extensión desolada de arena con aguas turquesas que parecen más un espejismo que una realidad. Es como si la playa hubiera sido abandonada por la humanidad, con solo un par de individuos lo suficientemente valientes para aventurarse a un lugar tan abandonado. El único lugar decente para disfrutar del sol inexistente está en el lado lejano de las pantallas, pero incluso entonces, no hay mucho que ver o hacer. El camino que conduce a este lugar abandonado por Dios es más o menos decente, pero el último tramo no es más que un camino de tierra lleno de baches que te hará cuestionar tu cordura por intentar visitar este páramo estéril.

La orilla de esta playa está cubierta de guijarros y se enfrenta al norte, lo que resulta en aguas ligeramente más agitadas. A pesar de esto, el agua sigue siendo cálida y es perfecta para un refrescante baño. La playa es fácilmente accesible y cuenta con algunas de las carreteras más impresionantes que hemos encontrado en nuestro viaje desde Argostoli. Aunque visitamos en agosto, la playa no estaba abarrotada y había suficientes tumbonas disponibles al mediodía. Por solo €7, pudimos alquilar un par de camas con una sombrilla. Aunque la taberna no ofrecía tanta variedad como algunas otras playas, los precios eran razonables y la comida era satisfactoria.

Esta playa cuenta con un amplio y extenso espacio, perfecto para aquellos que disfrutan de la emoción de las olas mientras aún permite una experiencia de natación cómoda. Sin embargo, puede no ser ideal para los nadadores más jóvenes debido a las olas. La entrada al agua es más adecuada para adultos y hay algunas pequeñas rocas presentes. Si bien es posible vislumbrar el lecho marino en días más tranquilos, el agua generalmente está turbia y no es adecuada para hacer snorkel. Durante la temporada alta en agosto, hay tumbonas disponibles por 10 o 7 EUR, y la cercana taberna ofrece deliciosa comida y refrescos a precios razonables. El estacionamiento es amplio, pero la carretera de entrada puede ser un poco fuera de lo común dependiendo de qué lado de la playa se acerque, siendo la ruta más larga la opción más segura.

Esta playa serena es perfecta para aquellos que buscan un escape tranquilo. Aunque la temperatura del agua era un poco cálida para nuestro gusto, sigue siendo un gran lugar para relajarse y entregarse a un buen libro. Además, hay un encantador restaurante en la playa que vale la pena visitar.

Esta playa es un verdadero refugio para aquellos que buscan una escapada pacífica. La atmósfera serena se ve realzada por la ausencia de música, lo que le permite relajarse y descansar verdaderamente. Las sombrillas están inteligentemente espaciadas, asegurando privacidad y comodidad. Los bañistas son amables y relajados, lo que contribuye a la tranquilidad del ambiente. Incluso hay una encantadora taberna con un baño para su conveniencia. El camino que lleva a la playa es un poco irregular, pero nada demasiado preocupante, es sólo un tramo corto de 1 km. Nos sorprendió descubrir que algunas críticas habían exagerado la condición del camino. Es una lástima que algunas personas parezcan encontrar defectos en todo. Sin embargo, si buscas una playa serena y prístina (especialmente en junio), este es el lugar perfecto. La playa es impecable y las tumbonas tienen un precio razonable de 7 euros por dos. Así que siéntate y disfruta de la pacífica atmósfera de esta exquisita playa.