Esta playa es una verdadera joya. La arena es negra y gruesa, y es un lugar seguro para que los barcos de pesca atraquen. La visité por primera vez hoy y, aparte de un hombre amable trabajando en su barco, no había nadie más alrededor, fue una felicidad absoluta. Como es una bahía, la corriente y las olas eran bastante fuertes. Si quieres entrar en el agua, el mejor lugar está cerca de los barcos, ya que es la parte menos impredecible. Solo asegúrate de no usar tacones de aguja, ya que tendrás que bajar (y subir) una escalera de bambú.