La playa ofrece una ubicación impecable, prácticamente tocando el mar. Los servicios que se ofrecen son de primera categoría y el personal es extremadamente servicial y acogedor, brindando una auténtica experiencia italiana. El restaurante es una verdadera joya, ofreciendo productos de calidad y materias primas que son cuidadosa y hábilmente preparados. No tengo ninguna queja en absoluto, ya que todo fue simplemente perfecto. Si tuviera que encontrar un defecto, el único inconveniente serían los precios ligeramente elevados para las tumbonas y sombrillas, que son más comunes en lugares exclusivos. Sin embargo, este fue un problema menor para mí, y si te sientes bien, el precio puede ser fácilmente pasado por alto. En general, no puedo recomendar esta playa lo suficiente y definitivamente debería ser incluida en tu itinerario al visitar Toscana. ¡Felicitaciones a la gerencia y al personal por un trabajo bien hecho!