Esta amplia playa presume de una gran variedad de opciones de asientos, incluyendo sillas y sombrillas, así como una multitud de actividades para niños. Sin embargo, es importante tener en cuenta que todos los servicios tienen un costo. A diferencia de Grecia, donde se paga después de sentarse, aquí debe acudir a una mesa designada para saldar su cuenta. Desafortunadamente, el personal puede ser un poco inhóspito y existe la posibilidad de que le informen que la primera fila está completamente reservada, incluso si hay claramente lugares vacantes. Parece que las reservas están en juego. No obstante, el agua es excepcionalmente cálida y las aguas poco profundas se extienden lejos, brindando un entorno encantador para observar a los numerosos vendedores. En caso de que olvide traer algo, tenga la seguridad de que los vendedores de la playa lo tienen cubierto.