La elusiva pequeña bahía es una joya escondida que requiere un ojo agudo para descubrirla. Sin señales ni indicaciones, la única forma de llegar es a través de un empinado camino ubicado al lado de la entrada del túnel perforado que conduce a la llanura de S. Agostino desde Sperlonga. No se recomienda para aquellos que no tengan el calzado adecuado, ya que el camino puede ser traicionero. Sin embargo, después de una corta bajada de 10 minutos, los visitantes son recompensados con la bahía más impresionante de la Riviera de Ulises. Durante ciertas épocas del año, la bahía incluso recuerda al paraíso con sus aguas brillantes de color verde botella. Mientras que la playa está cubierta de grandes guijarros, el fondo del mar es arenoso e invita a nadar. Es recomendable evitar instalarse debajo de la cresta, ya que parece inestable. No hay comodidades en la playa, por lo que los visitantes deben traer todo lo que necesiten, incluyendo agua. La bahía es un secreto bien guardado entre los lugareños, ya que incluso los napolitanos y romanos que frecuentan las playas cercanas desconocen su existencia. Sin embargo, la bahía aislada y pintoresca sin duda vale el esfuerzo de encontrarla.