Llegamos a la playa a las cuatro de la tarde y nos sorprendió descubrir que el precio del boleto era de 12€ por persona. Dudamos en pagar ya que habíamos tenido la impresión de que la playa era gratuita. Sin embargo, la persona en la entrada nos ofreció una tarifa reducida de 6€ por persona. Observamos que los bares en la playa cerraban a las seis de la tarde, por lo que preguntamos si podíamos quedarnos después de ese tiempo. Aceptaron, y pasamos una hora allí. Sin embargo, a las cinco de la tarde, nos informaron que teníamos que irnos porque todo estaba cerrando. Lamentablemente, no había otras salidas excepto a través de los bares, por lo que sentimos que habíamos pagado por nada. Fue una experiencia decepcionante.