¡Este lugar es un verdadero rincón del paraíso que debería permanecer en secreto! La ubicación es impresionante, con aguas cristalinas a las que se puede acceder desde las rocas, y un camino y escaleras que facilitan la entrada y salida del agua. El solárium es tranquilo, limpio y elegante sin ser demasiado lujoso. El personal es profesional y amable, y el bar y restaurante ofrecen platos locales simples, saludables, frescos y tradicionales. Fue un placer leer, estudiar, concentrarse y relajarse frente al mar azul, rodeado de verde, y disfrutar del silencio, el sol y las impresionantes puestas de sol. Hay un servicio de estacionamiento, y las duchas, cabinas de vestir y baños siempre están limpios y bien mantenidos. Este es un excelente lugar para aquellos que disfrutan de la relajación, la paz y la tranquilidad. ¡Muy recomendable!