Esta bahía idílica es una verdadera joya, enclavada entre exuberante vegetación y rebosante de fauna autóctona. Sin embargo, imploro a todos los visitantes que traten este prodigio natural con el respeto que merece. Es desalentador ver a algunos nadadores dejar descuidadamente su basura atrás, incluyendo colillas de cigarrillos. Lamentablemente, la responsabilidad de mantener limpia el área libre recae en los hombros de unos pocos selectos, ya que el servicio municipal no llega a este lugar aislado. Recordemos practicar buen comportamiento dondequiera que vayamos. A pesar de estos desafíos, recomiendo encarecidamente una visita a esta impresionante playa.