Esta playa es probablemente la mejor de la zona. Hay un gran estacionamiento cercano que es gratuito. Desde allí, solo necesitas dar unos pocos pasos para llegar a la playa, que es bastante pedregosa. Una vez que llegues, gira a la izquierda y camina cuidadosamente sobre las grandes piedras por una corta distancia. Después de eso, te encontrarás con una pequeña península hecha de rocas que separa las dos playas. Toma el camino empinado y estrecho entre dos rocas, que sube unos pocos metros. A medida que desciendes por el otro lado, asegúrate de prestar atención y no distraerte demasiado con la hermosa y tranquila vista de esta playa limpia. Es importante usar zapatos o sandalias apropiadas para esta breve pero intrincada caminata.