Situada a pocos kilómetros de Capo Vaticano, la playa de Santa María es fácilmente accesible y ofrece una experiencia única en comparación con otras playas de la zona. A diferencia de sus vecinas, no hay plazas de aparcamiento de pago, sino que puedes aparcar tu coche a lo largo de la carretera o en espacios designados. Debido a las numerosas residencias y casas de vacaciones en la zona, el aparcamiento puede ser un poco complicado, pero vale la pena.
La playa en sí es estrecha pero presume de una hermosa línea de costa arenosa, y el mar es cristalino y generalmente tranquilo. Esto la convierte en un lugar ideal para que los niños disfruten, ya que el fondo marino es poco profundo hasta unos diez metros de la orilla antes de que de repente caiga en profundidad. Sin embargo, hay boyas de señalización que indican dónde comienza a ser profundo el fondo marino.
Con menos gente alrededor, la playa es increíblemente tranquila, y puedes aprovechar los tres restaurantes disponibles, incluido el famoso Peppino. No tendrás que preocuparte por los planes de cena.
Además, hay un par de barcos de alquiler disponibles que ofrecen servicios de ida y vuelta a playas más pequeñas en las calas o paseos de una hora por un precio razonable de 15 euros por adulto y gratis para niños menores de diez años. El paseo es una experiencia agradable que no querrás perderte.
En general, la playa de Santa María es un destino popular que ofrece una experiencia única y debería estar en tu lista de lugares para visitar.