Calificaría esta experiencia en la playa con tres estrellas, principalmente debido a la impresionante vista al mar. Sin embargo, el restaurante en la playa podría haber sido un gran lugar para cenar, excepto por los precios exorbitantes. Nos cobraron la asombrosa cantidad de 82 euros por dos personas para picar algo de comida con los dedos, lo que incluía alici (un pescado de baja calidad) cocinado de cuatro maneras diferentes, con solo una o dos piezas de alici por persona. Para colmo de males, nos sirvieron una botella de cerveza cada uno, que solo era de 33cl, y una porción minúscula de espagueti con solo tres piezas de mariscos (mejillones y almejas). Creo que esta comida no debería haber costado más de 20 euros cada una, pero nos cobraron más del doble de esa cantidad. No hace falta decir que fue nuestra primera y última vez cenando en este restaurante.