El camino para llegar a esta playa puede requerir un poco de esfuerzo, ya que el sendero que conduce a ella es largo y compuesto principalmente de caminos de tierra. Una vez que llegues cerca del museo de la mina, deberás dejar tu automóvil atrás y continuar a pie. La carretera está bloqueada por una barra, y desde aquí, emprenderás un largo descenso hacia la playa, que está completamente expuesta al sol. Es recomendable usar un par de zapatillas mientras llevas chanclas en tu mochila. Aunque el camino de tierra es encantador y amplio, el último tramo que conduce a la playa es bastante polvoriento.
Sin embargo, la playa y el mar valen bien la pena el viaje. Por lo general, está escasamente poblada, quizás debido al camino desafiante, especialmente en el camino de regreso. Toma más de 30 minutos subir, y incluso 40 minutos en algunos casos. El calor puede ser abrumador, pero a mitad del camino, comenzarás a apreciar la refrescante brisa marina.
Esta playa es una excelente opción para los amantes de la naturaleza, ya que el entorno natural es la atracción principal.