En mi humilde opinión, el tiempo asignado para visitar la isla de Pianosa es bastante corto. Llegamos a las 11 y partimos a las 17, lo que deja poco espacio para la exploración. A pesar de esto, la playa es una verdadera joya y ofrece amplias oportunidades para nadar. Sin embargo, la visita guiada de la isla es algo deficiente, ya que sólo muestra algunas estructuras abandonadas y vislumbres lejanos de impresionantes calas inaccesibles.