Me quedé en la playa durante el período central de agosto, y fue una experiencia que preferiría olvidar. El personal, con algunas excepciones, carecía de experiencia y profesionalismo. La habitación tenía problemas recurrentes, como un aire acondicionado con fugas, desagües obstruidos y gafas desechables que fueron utilizadas o no reemplazadas. El personal mostró poco interés en resolver estos problemas. La limpieza de la habitación era aceptable, pero la mesa y las sillas del balcón nunca fueron limpiadas. La comida era de mala calidad y mal cocinada. Era incluso peor de lo que encontrarías en los antiguos comedores de la compañía. El hotel estaba ubicado justo en la playa, pero el camino que conducía a ella era arenoso y grave, lo que provocaba que el polvo fino se asentara en todo, incluidas nuestras pertenencias e incluso nuestros pulmones, cada vez que pasaba un automóvil u otro vehículo. Los exteriores estaban mal mantenidos, con plantas secas y malezas en macetas. La playa en sí era muy pequeña, con espacios individuales limitados, y estaba sucia. El salvavidas parecía más interesado en usar su teléfono celular que monitorear la playa hasta la hora de cierre a las 7:00 p.m. En general, el personal parecía más centrado en ganar dinero en lugar de garantizar el bienestar de los clientes. Reemplazarían fácilmente a un cliente insatisfecho como yo con 100 personas que no tienen conocimiento que con gusto volverían a reservar el próximo año. Sin embargo, esta revisión no será la única acción que tomo. Planeo enviar un correo electrónico más detallado al hotel que exprese mi insatisfacción en términos más fuertes. También enviaré una queja al departamento de turismo de la región de Puglia, cuestionando los criterios utilizados para asignar estrellas a este establecimiento. Además, me pondré en contacto con el municipio de Torre Lapillo para preguntar sobre la limpieza y la falta de iluminación en las carreteras dentro de su territorio, a pesar de su popularidad. Aunque estas acciones pueden no provocar un cambio inmediato, al menos habré expresado mi ira hacia aquellos que arruinaron mis vacaciones de verano. Aconsejo evitar este lugar, y sinceramente espero que nunca vuelvan a abrir.