En un soleado domingo de abril de 2022, nos topamos con este restaurante en la playa para una comida de mediodía. A pesar de la multitud bulliciosa y nuestra falta de reserva, nos sentaron y atendieron de inmediato. Sin embargo, nos decepcionó que no hubiera un menú con precios disponibles. Si bien el plato de pescado fue agradable, la pasta estaba lamentablemente poco cocida. Nos sorprendió que nadie se preocupara por nuestra experiencia gastronómica. A pesar de su clasificación Michelin, el servicio dejó mucho que desear. Para colmo, la cuenta final ascendió a una elevada cantidad de 90 euros por el almuerzo, lo cual no parecía corresponderse con el valor general de la experiencia.