Esta playa es una joya absoluta, definitivamente vale la pena visitarla. La arena es de un blanco prístino y el agua es tan clara que se puede ver directamente hasta el fondo. Es un paraíso tanto para los entusiastas de la natación como para los del snorkel. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el agua puede ser profunda rápidamente, por lo que los padres deben mantener un ojo cercano en sus pequeños. Como muchas otras playas en la zona, esta solo es accesible en barco, así que prepárate para las multitudes durante la temporada alta. Visitamos en junio temprano y aún no estaba demasiado concurrida, pero es algo a tener en cuenta.