¡Ah, la playa! Un lugar donde uno puede deleitarse en la belleza de la naturaleza y absorber un poco de vitamina D. Pero cuidado, amigos míos, porque esta playa en particular requiere un poco de caminata. Deja tu precioso coche atrás y da un paseo tranquilo por la calle durante unos 5 minutos. Confía en mí, vale la pena. Una vez que llegues abajo, encontrarás un oasis sereno con solo un puñado de plazas de aparcamiento disponibles. Pero no temas, porque la falta de aparcamiento significa menos gente y más espacio para que disfrutes de la vida marina tranquila y bulliciosa. Entusiastas del snorkel, este es tu paraíso. Así que ven y sumérgete en las cristalinas aguas.