Si bien no es la mejor opción en mi lista de playas sardas, este tramo de costa en particular es sin duda agradable y agradablemente desprovisto de multitudes. El paisaje circundante añade un toque especial a la experiencia.
Esta playa resulta encantadora y presenta una atmósfera relajada gracias a su ubicación remota, lo que la hace menos concurrida. Además, hay un agradable bar y un camión de comida disponible en el sitio.
Tras nuestra llegada a la abarrotada Spiaggia Pelosetta, decidimos aventurarnos hacia una playa alternativa. Nuestra búsqueda nos llevó a una playa desierta, aunque cubierta por una gruesa capa de algas muertas. A pesar de la apariencia poco atractiva que no se correspondía con las imágenes publicitarias, no encontramos esto como un problema. Sin embargo, nuestra mayor preocupación fue la presencia de un puerto al final de la playa, lo que nos llevó a cuestionar la limpieza del agua. Por otro lado, esta playa era relativamente fácil de acceder, convirtiéndola en una opción conveniente para aquellos que buscan soledad. Para aquellos que buscan una experiencia verdaderamente aislada e intacta, sugerimos buscar una playa más remota, sin el añadido comercialismo de restaurantes cercanos.
Esta impresionante playa presume de aguas cristalinas que te dejarán sin aliento. Un corto recorrido de aproximadamente 700 metros es todo lo que se necesita para llegar a esta joya escondida, y créeme, vale la pena cada paso. La belleza natural de esta playa es simplemente impresionante y te dejará sintiéndote renovado y rejuvenecido. La atmósfera serena y los paisajes pintorescos hacen de esta playa un lugar ideal para una escapada relajante. No te pierdas la oportunidad de experimentar la maravilla de esta playa por ti mismo/a.