Tras nuestra llegada a la abarrotada Spiaggia Pelosetta, decidimos aventurarnos hacia una playa alternativa. Nuestra búsqueda nos llevó a una playa desierta, aunque cubierta por una gruesa capa de algas muertas. A pesar de la apariencia poco atractiva que no se correspondía con las imágenes publicitarias, no encontramos esto como un problema.
Sin embargo, nuestra mayor preocupación fue la presencia de un puerto al final de la playa, lo que nos llevó a cuestionar la limpieza del agua. Por otro lado, esta playa era relativamente fácil de acceder, convirtiéndola en una opción conveniente para aquellos que buscan soledad. Para aquellos que buscan una experiencia verdaderamente aislada e intacta, sugerimos buscar una playa más remota, sin el añadido comercialismo de restaurantes cercanos.