Al llegar a la playa, noté que había bastantes monos alrededor. Sin embargo, no parecían molestar a nadie a menos que fueran tentados con comida. Si no te apetece hacer la caminata, siempre puedes alquilar un barco para llevarte de vuelta al embarcadero. Para los locales, cuesta alrededor de RM50 por barco y solo tarda unos 10 minutos, en comparación con la caminata de dos horas. Es interesante señalar que esta área se supone que es una reserva forestal, sin embargo, hay muchos puestos de comida aquí. A pesar de esto, la playa en sí es bastante encantadora. El único inconveniente es que el agua puede ser un poco turbia, especialmente durante la marea alta y las fuertes olas.