Cada aspecto de este complejo fue simplemente perfecto. Desde el momento en que hicimos el check in hasta el agridulce check out, quedamos asombrados. La característica más destacada fue definitivamente el personal y su auténtica pasión por su trabajo. Esta marcó nuestra segunda visita a las Maldivas y la primera a Saii. ¡Puedo decir con confianza que no será la última! Las comodidades son de primera categoría. Incluso cuando el complejo estaba a plena capacidad, nunca se sintió abarrotado o agitado. Las opciones para cenar eran excepcionales. Si estás pensando en un viaje a Saii, no lo dudes. Solo házlo. Las playas eran increíblemente vírgenes, lo que nos hacía sentir como si las viéramos por primera vez todos los días. Es difícil expresar con palabras lo maravilloso que fue todo. He tenido la suerte de viajar por el mundo, pero nada se compara con Saii.