La playa es una bahía pacífica, pero desafortunadamente, hay vendedores ambulantes que cobran 10 euros por tumbonas y sombrillas, lo cual ha ocupado la parte más agradable de la playa y ha arruinado la atmósfera. A pesar de esto, es mucho más tranquila que la laguna azul, y los precios de la comida y bebida cercanos son razonables. Vale la pena señalar que está a solo un corto paseo de la laguna azul, así que no caiga en la tarifa de taxi de 5 euros por persona.