La playa es bastante tranquila, con estacionamiento cercano y muchos árboles de coco que proporcionan sombra, por lo que no es necesario llevar una sombrilla. Hay suficiente espacio para juegos y actividades, pero el agua no es muy clara y hay algunos restos presentes. Aunque algunos visitantes han advertido sobre la posibilidad de contraer gusanos debajo de la piel, hasta ahora no he tenido ningún problema y he observado que la mayoría de las personas iban descalzas.